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Resistencia de puesta a tierra en instalaciones de baja tensión

Para trabajar de manera eficiente, en Esyma planificamos cada acción de principio a fin. Preparamos todo el material que necesitamos y nos marcamos objetivos para conseguir el resultado que buscamos. Para nosotros es importante proceder teniendo muy claros los pasos a seguir, con total confianza y seguridad.

En este artículo te explicamos al detalle la metodología que seguimos en ESYMA para medir la resistencia de puesta a tierra en instalaciones de baja tensión.

Realizaremos esta medición en:

–      las nuevas instalaciones de baja tensión realizadas por ESYMA;

–      las instalaciones ya existentes, a petición del cliente.

 

Material necesario y valores a obtener

Para realizar la medición vamos a necesitar telurómetro y equipo asociado.

Es de vital importancia para nosotros establecer los valores que han de obtenerse en cada caso:

Tipo de instalación Resistencia máxima a obtener

[W]

En general 37
Tuberías de líquidos inflamables clase A o B 20
Óxido de etileno 5

Deberemos diferenciar entre los combustibles de clase A y los de clase B:

Combustibles clase A: productos licuados cuya presión absoluta de vapor a 15 ºC sea mayor que 1 bar.

Combustibles clase B: productos que no sean de la clase A, y que tengan el punto de inflamación por debajo de 55 ºC.

 

Procedimiento para medir la resistencia de puesta a tierra en instalaciones de baja tensión.

En primer lugar, se deberá comprobar en todos los casos la ausencia de tensión en tierra a medir. Si se observa presencia de tensión en tierra, antes de medir deberemos reparar la avería. Tampoco mediremos en caso de que haya tormenta o precipitación atmosférica.

Una vez se cumplen las condicones idóneas, procederemos a la medición:

  1. Desconectar la toma de tierra del punto de puesta a tierra (regleta, borne, etc.).
  2. Conectar la toma de tierra al telurómetro.
  3. Situar las sondas de tensión y de corriente en línea recta. Partiendo del punto de puesta a tierra, primero se coloca la de tensión y la más alejada será la de corriente.

 

Se coloca la sonda de tensión a 25 m del punto de puesta a tierra (seccionamiento) y la de corriente a 15 m adicionales (es decir, a 40 m del punto de puesta a tierra).

Se efectua la medición y se anota el valor. Una vez obtenido este valor, se acerca la sonda de tensión 1 m respecto al punto anterior y se vuelve a medir.

Se repite la operación anterior pero esta vez alejándose 1 m respecto al punto anterior y se vuelve a medir. Si los dos nuevos valores son idénticos al inicial, o la diferencia es menor de  (-3 %) o (+3 %) respectivamente, la medición se dará por correcta, puesto que estaríamos en zona lineal y se anotará en el informe del instalador como valor de resistencia de tierra (también se anotará la distancia de la sonda de tensión, en este caso 25 m).

Si las variaciones son mayores de las expresadas, alejaremos más ambas sondas. Colocaremos la de tensión a 50 m y la de corriente a 30 m adicionales (es decir, a 80 m del punto de puesta a tierra). Así, las distancias son el doble que las anteriores. Como en el caso anterior, se tomará la medición en este punto y las correspondientes al movimiento de alejamiento y acercamiento de la sonda de tensión de 1 m. Si por los valores obtenidos vemos que ya estamos en zona lineal daremos la medición por correcta. Si no es así colocaremos los testigos a 75 m y 45 m (120 m) respectivamente y repetiremos el procedimiento.

Cuando por las circunstancias del emplazamiento de la toma de tierra no puedan introducir en el terreno las sondas de tensión y de intensidad (emplazamientos urbanos, zonas con hormigón, rocas compactas sin tierra superficial), se procederá de forma análoga a la indicada en el punto 5. Pero en lugar de hincado de sondas, éstas se envolverán en bayetas húmedas, colocándolas sobre el terreno (procurando un contacto amplio y homogéneo) y regándolas abundantemente con agua.

El valor obtenido se anotará en la casilla correspondiente del documento Verificación de instalaciones de baja tensión.

 

Realizar una medición de resistencia de puesta a tierra en instalaciones de baja tensión no es complicado si seguimos cada paso con planificación y rigurosidad. No solo es importante ser metódico para hacer bien el trabajo, sino también para hacerlo de manera segura y sin poner en riesgo la salud de las personas que intervienen en el trabajo.  

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